Relatos del profe Valaco

Especial para la Filial La Matanza de EdeLP, "Miguel Ángel Russo".


Me verás volver

(Diciembre 2020) "Terminemos con esta cosa trágica. Qué locura, por favor... esto pasa sólo en el futbol argentino. Está tan mal la gente por tantas cosas importantes... no se puede poner mal por el fútbol. Hay que entender que es sólo un juego. Y nosotros a veces contribuimos a eso, eh. Tenemos que ser autocríticos, dejar de hacer planteos apocalípticos. Cortarla con frases hechas como 'el drama del descenso'. ¡Por favor! ¡Por favor!". Palabras más, palabras menos, varios periodistas deportivos solían reflexionar en esa línea por entonces, y tal vez no les faltaba razón. Sin embargo, la pasión no entiende de razones.


El hombre libre del sur

(Noviembre 2020) Lo conocí en Buenos Aires, en un primer piso de la calle San José, en los tempranos noventa. Mi memoria futbolera, el gusto por la investigación histórica e internet forman un trípode que me suministran en segundos la fecha precisa. Fue el viernes 12 de julio de 1991, sin dudas: ese día y en ese momento, Argentina le ganaba 4 a 1 a Paraguay por la Copa América, en Chile (veo sin embargo que mi memoria futbolera tiene un límite: no recordaba a Diego Simeone y Leonardo Astrada entre los goleadores).


Vacaciones

(Octubre de 2020) Por indisimulable que fuese la marcada condición humilde de nuestra familia, dependiente del magro sueldo de mi viejo ferroviario y habitante de los confines del Gran Buenos Aires, había un momento del año en el que nos dábamos un gusto formidable.

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Once estrellas para el león

(Agosto de 2020) ¡Otra vez campeones de América! La imagen soñada por todas las generaciones de pincharratas: las que vivieron la época de oro y las posteriores. Sí, lo habíamos hecho de nuevo: ahora, éramos tetracampeones. En ese momento, sea en la cancha, en el trabajo o dondequiera que dos pinchas se juntaban, aparecía muy pronto una conclusión: "A Estudiantes no le podemos pedir nada más". 

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El potrero y el narigón

(Julio de 2020) De pibes, muchos sentíamos admiración por alguna o algunas figuras del mundo del fútbol: entre los "diez" clásicos y los goleadores estaban casi todos esos íconos que tratábamos de remedar en los picaditos de los potreros, en el patio de la escuela o, en solitario, en el fondo de nuestras casas; y a veces, en sueños también.

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La copa, otra vez

(Junio de 2020) Hablando del Pincha, mi generación llegó un poco tarde a la época de oro. Los mayores nos contaban de los tricampeones de América y campeones del mundo, pero la cabeza, por más fuerza que hiciéramos, sólo nos devolvía alguna borrosa imagen de tevé. No es que hubiera pasado tanto tiempo, pero la realidad nos marcaba otro momento.


Decorando la bici

(Mayo de 2020) Para iniciar estas líneas es necesario exponer un par de actualizaciones de vocabulario que permitan el entendimiento intergeneracional: donde dice decorar o adornar, debe leerse plotear, y a los adhesivos o stickers los llamábamos calcomanías (ni siquiera "calcos"). Marketing, merchandising, store, shop y otros eran términos extraños o directamente desconocidos. Ahora sí, podemos comenzar.


Verano Italiano

(Abril de 2020) A lo largo de la historia de los mundiales de fútbol, la selección nacional disputó cinco finales; tres de ellas tuvieron mucho que ver con la filosofía y la idiosincrasia de nuestro club. En este espacio ya nos hemos referido a las de México 1986 y Brasil 2014; ahora vamos a recordar la de Italia 1990 y, sobre todo, el recorrido realizado para llegar a jugarla.


Un partido perfecto

(Marzo de 2020) Estudiantes de La Plata, el club de nuestros amores, nos ha regalado a lo largo de su historia innumerables capítulos para los cuales este título sería pertinente. Dependiendo de la generación a la que el hincha pertenezca, las circunstancias, el momento personal y muchas otras variables, cada uno de nosotras/os va a recordar un juego -o seguramente varios- a los que les cabría ese leit motiv.


Apoteosis

(Febrero de 2020) Para recuerdo de los más grandes, y para contarles nuestra experiencia a los sub -con perdón de la palabra- cuarenta, vamos a referirnos, tomando un rutilante título de una conocida revista deportiva de entonces, al momento de mayor encumbramiento del fútbol argentino. La publicación ("El Gráfico"), que había sido crítica en algunos momentos del proceso previo, elegía una contundente sentencia: "Argentina: nunca tan grande, nunca tan glorioso, nunca tan campeón".


Figuritas

(Diciembre de 2109) Entretenimiento económico para los pibes de los sesenta, los setenta y los ochenta, las "figuritas" eran muy populares. Más allá de que queríamos llenar el álbum para ganar una pelota, que era el objetivo principal, también nos gustaba jugar con ellas. Había toda una rutina de canjes y juegos donde se ganaba y se perdía.


Volvió a rugir

(Diciembre de 2019) Atrás habían quedado los años de la infancia. Y los de la adolescencia y juventud. Entre los recuerdos de esas etapas de la vida, ocupaban un lugar, siempre, los vinculados a Estudiantes.


Nomenclatura urbana pincharrata

(Noviembre de 2019) Allá lejos, en la escuela primaria de los setenta, en una oportunidad nos enseñaron villancicos de distintas regiones del país. Unos de ellos, del noroeste, se intitulaba "Navidad chayera", y decía más o menos así...


En las difíciles

(Octubre de 2019) Viven de recuerdos...Así solían a empezar a verduguearnos los hinchas rivales durante aquellos años. Y sí, había pasado mucho tiempo con el Pincha, en el mejor de los casos, deambulando por la mitad de la tabla: después del bicampeonato 82/83, los años finiseculares nos encontraron varias veces penando.


A la cancha con amigos

(Septiembre de 2019) ¿En Catán, en los años ochenta? Nooo...imposible. Entonces, ir a la cancha con tus amigos significaba ir a ver un partido cualquiera, para hacerle la segunda a algún simpatizante de Boca o River. Y cuando llegaba tu turno, te acompañaban ellos a ver a Estudiantes. 


¡Estudiantes televisado!

(Septiembre de 2019). En este presente tan tecnológico, es bueno contarle a los pinchas de la generación táctil, a los milenials, e inclusive a los treintañeros, cuáles eran las chances reales que teníamos hace algunas décadas de ver a nuestro equipo por TV. Este relato va especialmente para ellos.



Tributo a la entrega

(Agosto de 2019). Es sabido que en cualquier momento puede aparecer una charla futbolera. De esas sin agenda, desprolijas, desordenadas, anárquicas, espontáneas, que van y vuelven en tiempo y espacio, que pueden girar desde la fecha del último fin de semana hasta el principio de los tiempos futbolísticos, los cuales, claro está, van variando según la franja etaria de cada participante.


Elogio de los empates

(18/8/2019) Es conocido que los pinchas tenemos un coeficiente intelectual futbolístico notablemente superior al resto de los hinchas, incluyendo, por supuesto, a los equipos de las masas. 


Brasil 2014

-¿Y? No nos alcanzó, ¿eh? Estuvimos ahí, muy cerca, y ahora a nosotros nos duele el doble, ¿no? 


Esta noche podemos ser campeones

(Julio 2019) Era una noche de verano de 1983. Exactamente, el 14 de febrero, lunes de carnaval. Todos mis amigos de la secundaria y del barrio estaban advertidos que estaría muy ocupado, y que no iría a ningún lado ni quería ver a nadie.

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